Add parallel Print Page Options

que Hanani, uno de mis hermanos, llegó de Judá con algunos hombres. Les pregunté por los judíos que habían escapado, que habían quedado de la cautividad, y por Jerusalén. Ellos me dijeron: “El remanente, los que han quedado de la cautividad allí en la provincia, está en gran dificultad y afrenta. La muralla de Jerusalén está llena de brechas y sus puertas quemadas a fuego”.

Cuando escuché estas palabras, me senté, lloré e hice duelo por algunos días. Ayuné y oré delante del Dios de los cielos,

Read full chapter